- No había conocido nunca a nadie así…como tu!
- Como quien? Como tu? Por cierto, recuerdas el cuento del cerdo y la pimienta?
- No. Tomo nota.
- Si…algo supuse al verla sonreír de esa manera.
- De cual?
- Era ella sin ser, era siendo concienzudo un burdo plagio de lo anterior. Siempre me dije que de haber sido un niño se hubiese parecido a un cerdo. Y eso que importa?
- No lo se…eras tu quien hablaba
- Nooo! Y que de haberlo sido?
- Pues nada en absoluto, solo que no imagino porque debería…
- …necesitar una hormiga un sombrero?
- Eso no tiene sentido alguno!
- Pues claro que no lo tiene, todo el mundo sabe que solo los sapos saben tocar la flauta mejor que los grillos, a estos últimos siempre se les dio mejor silbar…
- Quieres decir que…?
- Yo nunca quiero decir nada, nunca digo nada! Solo que es molesto
- El que?
- Ya te dije que no me gusta decir nada.
- Pues entonces no entiendo demasiado bien porque hablas cuando quieres callar
- Me gustan las palabras.
- Que casualidad! A mi siempre me gustaron las amapolas
- Nunca te dije que quisiera saber nada de ti. Es fascinante el ocaso, verdad? te gustaría verlo en silencio a mi lado?