martes, 2 de agosto de 2011

Un suspiro

Trasnochar acariciando los lunares de una espalda descubierta, escuchando el tic-tac del reloj del salón, abriéndose paso en la improvisación de un triste beso.
Sabias palabras escapando entre los labios, susurrando sueños que solo en silencio entienden dos sabios. Mentiras y tan solo un corazón en mitad de la noche, mientras la luna viste de gris las calles y sus ojos rojos se rozan casi sin inmutarse
Sentir los huesos helados, pisar los pedazos de los cristales que ayer rompimos sobrios,
Hoy ebrios de amor y odio, bailamos simbióticamente ante las miradas de desden, risas enlatadas y un alma hecha trizas, escondida detrás de una mirada furtiva.
Apriétame fuerte contra tu pecho, déjame notar cada latido de tu alma, cada palabra de tu corazón. Déjame sentir esta noche que dos extraños han podido amarse una vez mas, luego hazme daño, sonriente y carente de sentimientos, soñoliento y satisfecho, cuando amanezca tan solo deja que la soledad de mis sabanas acaricien mi piel, que el jazz sea el compañero de mi resaca y que el humo se fusione con mis neuronas, deja un café sobre la mesa, el olor de tu piel y un instante para volver a sentirme viva.