domingo, 21 de agosto de 2011

Arkadius.- Un pequeño Ángel azul. Un, dos...



Su madre es tan azul... La criatura que más bondad e instinto maternal desprende, la hembra más mágica jamás creada. El padre era un artista, en casi todas las familias siempre hay alguien nace dotado para crear, inspirar y gozar de ello, en éste caso y aquí en esta historia soy yo. El pintor. Él era pintor. Podía pintar de azul las tinieblas. Unos brochazos aplicados con la sutileza adecuada y las atravesaba, convirtiendo lo melancólico, tenebroso y oscuro en blanco, volvía las tinieblas tan blancas, como su alma. Tan pura. Reflejaban todos los colores, se fusionaban, era un espectáculo espléndido, eso le permitía crear otras creaciones, pequeñas como él.

Su fiebre es azul, el delirio que les invade es azul. Las esperanzas y devociones nacían de un aura azul de sensaciones, que, devolviéndoles a la vida en caso de carecer de ella, les permitía reunir una serie de sentimientos, los cuales esperaban en azules cajas a ser plasmados en un lienzo o a ser arrojados sobre otras criaturas, rodeándoles, envolviéndoles y haciéndoles sentir la brisa, fulgor y energía de un mar azul.

Su voz es azul, angelicalmente delicada, en su justo tono y timbre, acaricia tus tímpanos, el sonido es azul cuando late en tus sienes, eriza tus cabellos y haciendo saltar tus lágrimas a causa tanta inmensidad de cielo, por lo reflejado en esos ojos. Esos ojos también azules... Los artistas, melancólicos donde los haya, a pesar del júbilo aparente poseen tristeza en la parte azul de sus ojos. De cerebro azul, pintan y crean sus ropas y su vida... en un cuadro azul. Esa locura es azul, el frío que sientes al contemplar la gélida obra es azul.

Si pudieras matarías por atrapar trozos de cielo y ser el privilegiado en crear y moldear su piel azul. Esa piel azul.

En sus muros, las dificultades nacientes a su paso, crecen flores azules...

Te enamoras de lo silenciosamente azul que es su mirada... cuando ésta se pierde. Cuando tienes la vista perdida navegas en veleros de azules velas, a todo trapo, que no ven jamás la madre Tierra, navegando eternamente en el lado azul de este mundo.


4

Esperando, se crea en tu rostro una expresión, surcos y demás. [...]


3

Su pelo es azul y sus alas también son azules.
Para que os hagáis una idea, sus hermanos forman parte de la parte azul de ese mundo. Una parte inmensa, accesible para todos ellos, simplemente alzan el vuelo... como cuando eres un crío y te preguntan que deseo querrías hacer realidad, tú cerrabas con fuerza los ojos y pensabas: “volar”. Volando.

en la disneylandia del amor


Con sólo tocar
puedo matar
sim salabim bim,
la más linda flor.
Encuentro placer
propagando el dolor.
Pues soy loca, magnífica, clásica [...]

- x - es +

Te echo de menos a ti, echo de menos a mis pokémons de negra edición y para variar no me salen las cuentas...