lunes, 20 de enero de 2014

... y el barco llamado LIBERTÁ salió de puerto anoche.-

... viendo en popa a todo gas, siempre con el olor a pizza pegado a la ropa. Los días aún los llenas de luz, esa que es como un faro entre la niebla, se esconde y resurge de entre las sombras más escalofriantes. Allí de donde vienes, el olor a café envuelve la estancia. Es buscarte y encontrarte, querer es poder y sé que Demian sonreiría contigo. No te hemos buscado un sitio pero no te preocupes que yo me encargo de todo. Espero que hayas descubierto todas y cada una de las sorpresas que escondimos en las cimas de los bosques, y que vigiles bajo la noche del cielo alemán todos y cada uno de los recovecos, todas las esquinas, callejuelas y plazas cubriéndolo todo con un manto i-de-al. Siempre me pareció de un absurdo escribir postales, pero cada día hay una escrita para él. Las leo con dedicación y cariño intentando modular el timbre de mi voz para que te llegue con dulce melodía. Declarando amor, es inusual... y estoy sorprendido, ya lo sé. No quepo en mi del asombro y el pequeño duendo de cabellos platino tampoco puede cerrar su boca. Tienes que conocer esto, no pasa cada día pequeño!! No todos los días botamos a un barco llamándolo libertá. Pero sí todos los días me enamoro más de ti. El té se me enfría si pienso en vender a mi novia, no sabría por donde empezar la oferta. Haré lo posible para no dejar colgado este maldito tablón de anuncios. Improvisar es amor. Y tú, eres suave. TJ*

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